miércoles, 20 de febrero de 2013

La Cortoplacitis

Hoy quiero hablaros de uno de los males que afectan a una buena parte del empresariado español, y que supone un importante hándicap a la hora de su salida al exterior: la cortoplacitis.

No sé muy bien cuál es el origen de esta enfermedad que afecta a todas las empresas en mayor o menor medida. Quizás podamos remontarnos a los 80, y la legendaria cultura del pelotazo inmobiliario que se gestó en este país. Empresas y empresarios que, de la noche a la mañana, se volvían millonarios especulando con terrenos. Quizás esta cultura sea extensible a las primeras décadas del siglo XXI, en la que jovenzuelos sin experiencia se enriquecen en pocos meses por tener una idea, ponerla en Internet, y ¡voilà! al día siguiente están en el asiento de su nuevo Rolls-Royce, leyendo el Financial Times mientras su chófer los lleva a la siguiente Junta Directiva de su empresa. O quizás sea porque se fijan en los costes y la pila de facturas que tienen que pagar a final de mes, que eso si que es bien cortoplacista. 


Lo que sí que sé es que las empresas y empresarios deberían ser conscientes de que estas situaciones de enriquecimiento en poco tiempo son excepcionales, y que deberían replantearse que el principio básico de toda actividad empresarial es la supervivencia de la misma, no la maximización de ingresos en el menor tiempo posible. Esta perspectiva de la actividad empresarial requiere de una visión estratégica que muy pocos empresarios poseen. Y es especialmente importante cuando iniciamos nuestro proceso de salida al exterior. 
La enfermedad de la cortoplacitis provoca que, ante situaciones desesperadas por la contracción de la demanda interna española, las empresas piensen que su solución es empezar a llamar a las puertas de otros países buscando compensar las caídas en el mercado interno. A no obtener los resultados esperados en cuestión de meses, algunas hasta tiran la toalla, haciendo que los recursos invertidos en el proceso no tengan absolutamente ningún retorno. El punto de partida de estas empresas es erróneo, ya que la internacionalización no es una decisión táctica con la que vayamos a solucionar en el corto plazo el problema de la caída de los ingresos, sino que es una decisión estratégica que requerirá de una buena inversión de recursos y tiempo encaminados a garantizar la supervivencia del negocio.

Dicen que todas las crisis tienen algo de bueno. Espero que esta que nos ha tocado vivir traiga de bueno un cambio en la mentalidad de muchos empresarios, erradicando de una vez por todas la dichosa cortoplacitis con la que me encuentro día sí, día también. Exportar es una gran necesidad que tienen las empresas españolas, pero no sólo para remontar la caída de ingresos provocada por la depresión económica en la que estamos inmersos, sino porque para muchas será la única opción si no quieren cerrar sus puertas en un futuro no tan lejano, como ya comenté en alguna entrada anterior.

Así que si ahora mismo estás pensando en que tu empresa debe exportar, lo primero que te recomiendo es que te vacunes contra la cortoplacitis, y comiences el proceso con buen pie. Siembra ahora con buenas semillas, y aunque la cosecha tarde unos años, verás como todo habrá merecido la pena.




3 comentarios:

  1. Hola Victoria te felicito por tu pagina y por esta materia. Coincidimos completamente: Yo también les digo a los "aspirantes" exportadores que la exportacion es una actividad con resultados a mediano, largo plazo (y que no todos tienen capacidad exportadora, mismo teniendo capacidad de producción sobrando. Lamentablemente es una "enfermidad" de los latinos :queremos resultados para ....ayer! Manana ya es largo plazo!!"
    Si te interessa prueba a visionar este link donde
    yo hablo de estos temas Exportacion :como lo hago?
    http://www.youtube.com/watch?v=IhU_0S3SsZI
    Gracias por tu esplendida contribucion. saludos
    Nicola Minervini

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  2. Enhorabuena por este post, Victoria, porque es totalmente cierto y lo podemos comprobar en muchos ámbitos y tareas relacionadas con el servicio a negocios. Estamos viviendo en una cultura de lo inmediato, que está reforzada por esa sensación que tiene la mayoría de la gente que usa Internet aunque sea poco. Todo aparece en tiempo real, te llegan las notificaciones de mensajes y actividad y reaccionas al momento. Las noticias y las tendencias aparecen y desaparecen en un suspiro. Y se piensa que todo tiene que ser así. Cualquier estrategia de crecimiento o implantación de algo nuevo tiene que dar unos resultados casi inmediatos, y eso sabemos perfectamente que no es así. Lo has expresado muy bien!

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  3. Hola Victoria: La cortoplacitis, como tú la llamas, es característica de la cultura española, no creo que tenga algo que ver con el Internet o con los años 80. En la cultura española (y en otras) pensamos a corto plazo. Las culturas también cambian y creo que la situación actual está dando un empujón en este aspecto. Cada vez hay más empresas y personas que exportan o conviven con otras culturas, el estar en contacto con otras maneras de vivir, trabajar, negociar... hace que vayamos introduciendo estos cambios en nuestra propia cultura. Pero no es tan fácil... es una cultura invisible, son los valores que no vemos y ni siquiera somos muy conscientes de ellos.

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